martes, 27 de abril de 2010

Mi Tumba

Cuando yo expire, a la empinada sierra
Transportad mi cadáver, y en la cumbre,

No lo arrojéis debajo de la tierra,

Sino encima del sol bajo la lumbre;


Donde me cante el impetuoso viento

Sus largos de profundis, y mi caja mortuoria

Sea un risco, el firmamento

Mi capilla y la nieve mi mortaja.


En donde para honrar mustio rastro

De lo que fui, cuando en la vida estuve,

Tenga por cirios funeral un astro

Y por incienso místico una nube;


Donde para que rabien los humanos,

Que arrastran sus envidias por el suelo,

Me devoren, en vez de gusanos,

Los buitres y las águilas del cielo.

Julio Flórez

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermoso, este poema lo escuché en la radio hace como 10 años...

Publicar un comentario