lunes, 26 de abril de 2010

Mi Madre

¡Una madre es la luz de la Existencia!

Es el único amor que no concluye,

Que va en el corazón como una esencia,

Que purifica y perfumando fluye.


Cuando abate el pesar toda creencia

Jamás esta creencia se destruye;

Y queda en nuestras almas tan asida

Que parece la yedra de la cierta vida.


Doquiera siempre igual conmigo vienes

Como celeste incógnita armonía;

Tu nombre entre mi pecho escrito tienes,

Y escrito está en la ardiente fantasía.


¡El será el eco postrimer que suene

En mis murientes labios madre mía!

Y será en mi sepulcro el relicario

De mis despojos y de mi sudario.



Julio Flórez

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